PRESUPUESTO PARTICIPATIVO BASADO EN RESULTADOS: POSIBILIDADES Y RIESGOS
Llevamos 7 años de implementación continua, a nivel de los gobiernos locales y regionales, del proceso de elaboración del Plan de Desarrollo Concertado (PDC) y Presupuesto Participativo (PP).
Pasado este tiempo surge la oportunidad para preguntar ¿El Presupuesto participativo ha mejorado el desempeño de la gestión presupuestaria de los gobiernos sub nacionales?, mas aun ¿ha mejorado la calidad de vida que la ciudadanía esperaba?, y finalmente ¿este proceso ha ayudado a resolver los problemas que se tienen en estos gobiernos locales y regionales?
En efecto, distintos estudios mostraban que de parte de los distintos actores involucrados, había una evaluación positiva de la evolución del proceso de PP, pues muchos de ellos consideraban que la experiencia más reciente había sido mucho mejor que la experiencia de años anteriores, en medida a que los actores públicos y sociales – habían desarrollado capacidades para participar productivamente en él y que estos habían tenido la suficiente capacidad de adaptar las reglas a sus respectivos contextos, que casi siempre no ha sido respaldada por la autoridad respectiva, frente a esto cabe preguntarnos ¿Esta percepción se mantiene o efectivamente hay una percepción de desgaste del proceso?, ¿a que estaría asociada esa percepción de desgaste?.
De otro lado, cuando se da el proceso de implementación del presupuesto participativo como “espacio público en el cual el gobierno y la sociedad civil se reúnen para ponerse de acuerdo acerca de cómo definir las prioridades de los ciudadanos hacia la "agenda" de las políticas públicas sean locales y regionales, también ponen en manos de la ciudadanía un mecanismo de control sobre el uso de los fondos públicos que percibe el gobierno local o regional.
Si bien, el PP, persigue los objetivos de mejorar la eficiencia de la administración pública, buscando que el PP contribuya a la eficiencia porque incorpora a la gestión local a través de mayor transparencia y rendición de cuentas, así como para contribuir a “invertir las prioridades” ; finalmente fortalecer el carácter deliberativo y democrático de las decisiones entre el Estado y la sociedad civil sin embargo, la esencia de estos objetivos no siempre son aplicados según mandata la ley. Entonces cabe preguntarse ¿como se está desarrollando los procesos participativos en los gobiernos locales y en especial en nuestra región?
En efecto, muchos cambios normativos se vienen presentando en relación a la aplicabilidad de este importante proceso, uno de los últimos cambios es el Presupuesto Participativo Basado en Resultados como una nueva herramienta, en el cual los recursos públicos se asignan, ejecutan y evalúan en función a cambios específicos que se deben alcanzar para mejorar el bienestar de la población eso supone producir resultados que mejoren notoriamente las condiciones de vida de los ciudadanos considerados como eje del accionar público. Según este enunciado cabe preguntarse ¿cuáles son los principales cambios que plantea esta nueva metodología de gestión y presupuesto por resultados?, ¿De qué manera se vinculará el presupuesto por resultado con el presupuesto participativo, sabiendo que muchos de estos presentan fuertes limitaciones y posiciones encontradas?, finalmente ¿de qué manera los gobiernos locales y regionales deberían orientar este nueva metodología en sus proceso de presupuesto participativo? Aspectos que desde ya, ameritan una mirada reflexiva sobre el tema considerando que muchos gobiernos locales y regionales utilizarán esta metodología para implementar el presupuesto participativo 2011 que desarrollarán.
