El día de ayer la Oficina Descentralizada de Procesos Electorales emitió los resultados electorales al 95.77%, que confirma al representante que asumirá las riendas de gobierno regional de Moquegua, generándose expectativa tras su elección, considerando que analisitas auguraban una segunda vuelta.
El pasado 3 de octubre, los resultados confirmaron el respaldo popular al Ing. Martín Vizcarra. Rompiéndose así, el antecedente de los últimos procesos de elección regional, donde no se pudo sobrepasar los porcentajes exigidos como se ha visto en este proceso que alcanzó al 33% de los votos emitidos y el 38 % de los votos validos.
Tras estos resultados, ahora solo queda esperar, que la nueva autoridad demuestre la capacidad de gerenciar que se requiere, asi como la las predisposición para gobernar en el marco de la concertación de fuerzas políticas, ideológicas, posiciones y modelos de desarrollo que tanto anhelamos, tras las nefastas muestras de ingobernabilidad e ineficacia demostrada por esta gestión
Si bien, el proceso electoral vivido ya determinó el ganador; ameritará necesariamente el periodo de gracia correspondiente para evaluar el trabajo y los resultados de los compromisos asumidos por el candidato ganador, sin embargo, aun hay algunas preocupaciones que muestran los electores ¿Qué podemos esperar del nuevo presidente regional?, ¿como se asumirá la gestión?, ¿Cuáles serán las primeras acciones o la agenda pública que priorizará en los próximos meses y en lo que será su gestión?.
Si bien, preocupación y expectativa es previsible, hay que recordar que Moquegua, en los últimos años ha recibido ingentes recursos por canon y regalías mineras, que han generado empleo de carácter temporal, y que ciertamente no han logrado acortar las desigualdades y solucionar las problemáticas existentes en nuestra región.
La escasez hídrica por la que vivimos, la demarcación territorial, el desinterés y poco apoyo a la problemática educativa existente, la limitada articulación vial e intergubernamental que existe entre los niveles de gobierno, la falta de transparencia y actos de corrupción que han mellado la opinión del ciudadano respecto del ejercicio político; el abandono del sector agricola; la desatención de los grupos socialmente excluidos, entre otros problemas, han despertado las miradas de cómo se debería asumir la gestión de desarrollo regional, que desde ya, es una preocupación no solo los líderes políticos sino también de la sociedad moqueguana en general… esperemos que este comentario sirva para marcar el preámbulo de algunos aportes de nuestros invitados respecto a las prioridades que la nueva gestión regional deberá considerar para enrumbar el desarrollo que esperamos.
El pasado 3 de octubre, los resultados confirmaron el respaldo popular al Ing. Martín Vizcarra. Rompiéndose así, el antecedente de los últimos procesos de elección regional, donde no se pudo sobrepasar los porcentajes exigidos como se ha visto en este proceso que alcanzó al 33% de los votos emitidos y el 38 % de los votos validos.
Tras estos resultados, ahora solo queda esperar, que la nueva autoridad demuestre la capacidad de gerenciar que se requiere, asi como la las predisposición para gobernar en el marco de la concertación de fuerzas políticas, ideológicas, posiciones y modelos de desarrollo que tanto anhelamos, tras las nefastas muestras de ingobernabilidad e ineficacia demostrada por esta gestión
Si bien, el proceso electoral vivido ya determinó el ganador; ameritará necesariamente el periodo de gracia correspondiente para evaluar el trabajo y los resultados de los compromisos asumidos por el candidato ganador, sin embargo, aun hay algunas preocupaciones que muestran los electores ¿Qué podemos esperar del nuevo presidente regional?, ¿como se asumirá la gestión?, ¿Cuáles serán las primeras acciones o la agenda pública que priorizará en los próximos meses y en lo que será su gestión?.
Si bien, preocupación y expectativa es previsible, hay que recordar que Moquegua, en los últimos años ha recibido ingentes recursos por canon y regalías mineras, que han generado empleo de carácter temporal, y que ciertamente no han logrado acortar las desigualdades y solucionar las problemáticas existentes en nuestra región.
La escasez hídrica por la que vivimos, la demarcación territorial, el desinterés y poco apoyo a la problemática educativa existente, la limitada articulación vial e intergubernamental que existe entre los niveles de gobierno, la falta de transparencia y actos de corrupción que han mellado la opinión del ciudadano respecto del ejercicio político; el abandono del sector agricola; la desatención de los grupos socialmente excluidos, entre otros problemas, han despertado las miradas de cómo se debería asumir la gestión de desarrollo regional, que desde ya, es una preocupación no solo los líderes políticos sino también de la sociedad moqueguana en general… esperemos que este comentario sirva para marcar el preámbulo de algunos aportes de nuestros invitados respecto a las prioridades que la nueva gestión regional deberá considerar para enrumbar el desarrollo que esperamos.
